29 de mayo de 2007

Ameles spallanciana

Este mántido, pequeño y rechoncho, es un voraz y ágil depredador, casi comparable a la mantis religiosa, con la que comparte el hábito de la hembra de devorar al macho después de la cópula.
Son muy ágiles, no cuentan con alas desarrolladas y se desplazan entre las ramas dando saltitos. resultan difíciles de ver, pues su tamaño, no muy grande y su hábito de residir entre la maleza las hace prácticamente invisibles.
Detalle de las patas delanteras, prensiles muy desarrolladas.

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