27 de junio de 2007

A la hora de la comida

Aunque pequeñitas, unos 3 a 4 centímetros de largo, las Spallancianas son unas voraces mantis que son capaces de ingerir de una vez insectos de su propio tamaño, es impresionante verlas comer, pues en cuestión de unos 5 minutos no dejan nada de su presa.


En este caso, le ofrecí a la ameles un saltamontes casi de su tamaño, el cual, tras catarlo lo agarró firmemente con sus fuertes y recias garras y comenzó su festín.


Esta especie practica el canibalismo y la hembra suele comerse al macho durante la cópula, se dice que la capacidad reproductora del macho la puede culminar aún sin cabeza, pues es por donde comienza la hembra su particular festín. También comentan los entendidos que este ritual es importante para la fertilización y la calidad de la puesta que la hembra realizará poco después de la cópula



Despues de tan opíparo festín, la ameles sólo dejó las partes duras de las patas del saltamontes y se quedó tan agusto...

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