El otro día, encontré esta joya de araña, es muy pequeña, no sé aún su nombre, pero dejó un apunte muy curioso, primero, ví que tenía su pequeña tela sobre la de una argiope lobata, cosa que me resultó curiosa, y jústamente en la zona de ángulo muerto de la lobata.
Me quedé un rato a observar y fotografiar a las dos protagonistas de la que iba a ser la escena del día.
Todo empezó cuando mi séquito de moscas empezaron a caer una tras otra en la tela de la lobata y esta empezó a preparar primorósamente su almuerzo. La otra, estaba pendiente de la escena, habían caido dos moscas la lobata había realizado sus paquetitos y comenzaba a hincarle el diente al primero. Cual fué mi sorpresa cuando me encontré a nuestra protagonista a menos de un centímetro de la lobata en dirección al segundo paquete. La escena se abortó con la caida de una tercera mosca, la oferta del día, tres por el precio de dos. Ante tanta comida caida del cielo, la Lobata estaba que no se lo creía y se abalanzó sobre su tercera captura. Mientras, la otra, se había retirado al resguardo de su red, pero viendo a la lobata entretenida con la mosca, rápidamente volvió y le sustrajo una de las moscas.
Todo esto, sin que la lobata notase nada, pues la intrusa se paseaba como Perico por su casa en la tela de su anfitriona.
La argiope lobata preaparando su postre, en primer plano podéis ver la pelota que forman con sus víctimas pues las mascan para sorber sus jugos.
Aqui podéis ver a la protagonista en casa de su anfitriona, claro que sin ser invitada.
Aqui nuestra amiga cleptómana escapa con la presa, fijáos como lleva su arnés de seguridad
Ya a salvo, en su tela comienza los preparativos de su singular festín.
Quizá tenga que hacer estas maniobras rápidas porque las argiopes no matan a sus presas ya que no son venenosas, pero poseen unos órganos masticadores muy eficaces para triturar bien a sus presas. Creo que esta es la razón de que se apresurase para realizar la sustracción, pues las arañas necesitan inyectar su veneno a las presas vivas para que el veneno diluya los tejidos de sus presas, y en ese momento la mosca estaba aún viva, no había transcurrido más de 5 minutos. Estas son suposiciones mías.
En esos momentos que estas viendo en primera fila estos acontecimientos, te abordan un montón de dudas y preguntas a cerca de lo que acaba de suceder, preguntas como ¿sabrán las arañas de números y hechara de menos a su tercera presa?, nada, chicas y chicos, cuando encuentre una escuela de arañas, despejaremos la duda...
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