Concrétamente esta variedad, empieza su faena al caer la noche y se trata de una araña de hábitos sedentarios que puede permanecer en un sitio durante toda su vida si la caza no decae.
Esta araña, construye su nido próximo a la zona de caza donde construirá una tela, de la cual, sólo mantendrá su estructura principal, los hilos maestros de la red, pues la construirá todas las noches y la recogerá al amanecer.
Resulta bastante curiosa tan árdua tarea. Tan sólo se me ocurren dos razones para desmontar la tela durante el día. La primera razón, es que la construye en lugares de paso y si no la retirase, podría resultar destruida por aves y transeúntes. La segunda razón, puede ser que oriente su tela en función de las corrientes de viento, eso sí, siempre aprovechando los hilos maestros, este argumento, lo fundamento en que he podido ver cómo varía la estructura de su tela de un día a otro, a veces de forma sustancial.
Esta laboriosa conducta, tiene su recompensa, pues las víctimas comienzan a caer desde el mismo momento en que la tela, aun inacabada, comienza a tener forma. Cuando un insecto cae, la araña, corre ráuda y veloz para empaquetar e inyectarle el veneno que permitirá a la araña digerir a su víctima